Mi camino comenzó en la búsqueda de entender lo que me sucedía. No entenderme me llevaba a estados de ira, rechazo, incertidumbre y miedo. Busqué respuestas —algo que me solucionara la vida— y me encontré con el universo: todo se abrió de repente. Yo solo buscaba estar un poco mejor, y la vida me tenía preparado un camino de consciencia, servicio y entrega.

Comprendí que mi alma vino a ser un instrumento del universo, y cada herramienta que aplico en mí me impulsa a ser el mejor instrumento que puedo ser, aquí y ahora, para el mundo.
Estudio, me capacito y aprendo; pero las etiquetas me quedan cortas, porque lo que veo al cerrar los ojos no lo encuentro en ningún libro.
Y todo aquello que veo, recuerdo y experimento lo comparto: ordenado, armónico y claro, para quienes quieran descubrir el universo y entenderse en el camino.